Una
proteína en las células mucosas ayuda a mantener
reducidos los niveles de infección
Por
E.J. Mundell
Reportero de Healthday
LUNES
5 de marzo (HealthDay News) -- Investigadores descubren que
las células del recubrimiento de las mucosas de los
genitales humanos producen una proteína que "engulle"
el VIH invasor, lo cual probablemente mantiene la propagación
del SIDA más contenida de lo que estaría de
otro modo.
Lo
que es aún más importante, mejorar la actividad
de esta proteína, llamada Langerin, podría ser
una nueva y potente manera de evitar la transmisión
del virus que causa el SIDA, agregaron científicos
holandeses.
Langerin
es producido por las células Langerhans, que forman
una red compleja en la piel y las mucosas. Esta red es una
de las primeras estructuras que enfrenta el VIH mientras intenta
infectar a su hospedero.
Sin
embargo, "observamos que Langerin es capaz de buscar
y encontrar virus en el ambiente circundante, lo que evita
la infección", aseguró Teunis Geijtenbeek,
investigador inmunólogo del Centro Médico de
la Universidad de Vrije en Ámsterdam.
"Y
como generalmente todos los tejidos en el exterior de nuestros
cuerpos tienen células Langerhans, pensamos que el
organismo humano está equipado con un mecanismo de
defensa antiviral que destruye los virus entrantes",
aseguró Geijtenbeek.
El
hallazgo, sobre el que se informó en línea en
la edición del 4 de marzo de Nature Medicina, es "muy
interesante e inesperado", aseguró el Dr. Jeffrey
Laurence, director del laboratorio de investigación
sobre el virus del SIDA del Colegio Médico Weill Cornell
de la ciudad de Nueva York. "Esto podría explicar
parte de la ineficiencia relativa del VIH para transmitirse".
Aunque
se calcula que el VIH ha acabado con cerca de 22 millones
de personas desde que se reconoció por primera vez
hace más de 25 años, en realidad no es muy bueno
para infectar seres humanos, relativamente hablando.
Por
ejemplo, el virus del papiloma humano (VPH), que causa cáncer
de cuello uterino, es casi 100 por ciento infeccioso, anotó
Laurence. Eso significa que todos los encuentros con este
virus de transmisión sexual provocarán una infección.
"Por
otro lado, durante un episodio de una relación entre
pene y vagina con una pareja infectada con el VIH, las probabilidades
de adquirir el VIH están en algún lugar entre
una entre cien y una entre 200", aseguró Laurence.
Los
expertos se han preguntado por mucho tiempo por qué
es relativamente difícil contraer el VIH, en comparación
con otros patógenos. El estudio holandés, realizado
en el laboratorio con células Langerhans de 13 donantes
humanos, podría explicar por qué.
Cuando
el VIH entra en contacto con las mucosas de los genitales,
su objetivo final, las células que busca atacar y destruir,
son las células T del sistema inmunológico.
Pero las células T están relativamente alejadas
(en los tejidos linfáticos), por lo que el VIH se vale
de las células Langerhans cercanas como "vehículos"
para emigrar hacia las células T.
Durante
décadas, se ha creído comúnmente que
el VIH entra fácilmente e infecta las células
Langerhans. El equipo de Geijtenbeek ahora ha sembrado de
dudas esa hipótesis.
Observando
detenidamente la interacción del VIH y las células
Langerhans, hallaron que las células "no resultan
infectadas por el VIH-1, porque las células tienen
la proteína Langerin en su superficie celular",
aseguró Geijtenbeek. "Langerin captura el VIH-1
con mucha eficacia y este VIH-1 rodeado de Langerin es absorbido
(algo así como engullido) por las células Langerhans
y destruido".
En
esencia, según Geijtenbeek, las células Langerhans
actúan más como una aspiradora de virus".
Sólo
en ciertas circunstancias, como cuando los niveles de VIH
invasor son muy altos o si la actividad de Langerin es particularmente
débil, las células Langerhans resultan abrumadas
e infectadas por el virus.
El
hallazgo es emocionante por muchas razones, una de las cuales
es su potencial para prevenir el VIH, según Geijtenbeek.
"Actualmente
estamos investigando si podemos mejorar la función
de Langerin aumentando su cantidad en la superficie de las
células Langerhans", aseguró. "Esta
podría ser una posibilidad real, aunque esto tomará
tiempo. También estoy confiado en que otros investigadores
comenzarán a explorar esta posibilidad".
El
descubrimiento también podría ayudar a explicar
las diferencias en la vulnerabilidad de la infección
con VIH entre la gente.
"Se
sabe que el gen Langerin es distinto en algunas personas",
anotó Geijtenbeek. "Estas diferencias podrían
afectar la función de Langerin. Así las células
Langerhans que tienen un Langerin menos funcional podrían
ser más susceptibles al VIH-1 y estas personas son
más propensas a las infecciones. Actualmente estamos
investigando esto".
El
hallazgo también debería afectar la carrera
por encontrar microbicidas tópicos que podrían
proteger a las mujeres de la infección contra el VIH.
Elegir compuestos que le permitan a Langerin continuar haciendo
su trabajo mejorará la efectividad de cualquier candidato
microbicida, aseguró el investigador holandés.
Sin
embargo, Laurence sí ofreció una nota de advertencia.
"En
el tubo de ensayo, este hallazgo es muy importante",
aseguró. "Aunque hay muchas cosas en el tubo de
ensayo que no suceden cuanto se trata de animales o humanos.
No obstante, habiendo dicho esto, el hallazgo es intrigante".
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