Diversos
estudios demuestran que los problemas de tipo sexual pueden
desembocar en graves patologías.
Londres,
3 febrero 2007 (mpg/AZprensa.com)
Un
reciente ensayo, basado en diversas investigaciones que demuestran
que los problemas sexuales podrían tener como consecuencia
graves enfermedades como afecciones cardiacas o depresión
entre otros males, concluye que os médicos deberían
preguntar a sus pacientes acerca de sus actividades sexuales.
The
Lancet publicó recientemente un ensayo que, elaborado
a partir de investigaciones dirigidas por la doctora Rosemary
Basson, del Centro de Medicina Sexual en Vancouver, Columbia
Británica, determinó que muchos problemas sexuales
son indicios de enfermedades inminentes.
La
experta explicó que "el sexo es una parte legítima
de la medicina, pero ha sido mantenido separado en buena parte
del resto de la medicina". La doctora y el coautor del
trabajo, el doctor Willibrord Weijmar Schultz, del Centro
Médico de la Universidad de Groningen, en Holanda,
examinaron numerosos bancos de datos buscando problemas sexuales
en combinación con otras enfermedades, como fallos
cardíacas, diabetes, depresión, esclerosis en
placa y Parkinson. "Si un hombre tiene problemas de erección,
ésa puede ser la punta del iceberg", explicó
el doctor Andrew McCullough, experto en salud sexual del Centro
Médico de la Universidad de Nueva York.
Cada
vez más, se aconseja a los médicos tomar la
iniciativa para consultar a pacientes sobre sus actividades
sexuales, algo que hasta ahora era tarea de los psicoanalistas.
Entre las preguntas básicas figuran con quiénes
se acuestan los pacientes, con qué frecuencia, y si
realizan actividades que podrían ser peligrosas
Los pacientes "no van a ofrecer ese tipo de información
a menos que se les pregunte de manera específica",
explicó el director de la división de enfermedades
infecciosas del Centro Médico de la Universidad Johns
Hopkins en Bayview, el doctor Jonathan Zenilman, que no participó
en el estudio.
Lo
que los pacientes no advierten, dicen los médicos,
es que los problemas sexuales son en ocasiones síntomas
de algo más serio. Por ejemplo, hombres con problemas
de erección podrían correr peligro de alguna
enfermedad grave.
Sin
embargo, en las mujeres es más difícil detectar
problemas sexuales. "Las mujeres, obviamente, no exhiben
señales físicas de problemas sexuales como en
el caso de los hombres", dijo Basson. Pero si una mujer
no tiene deseos sexuales, eso indicaría una depresión
subyacente en hasta un 26 por ciento de los casos. Y ese desinterés
sexual, si se suma a otros síntomas, podría
indicar afecciones hormonales, problemas renales, diabetes
u otras enfermedades crónicas, indicó Basson.
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